El papel de San José en la Navidad: un ejemplo de vida cristiana
Si hay una época del año en la que recordamos a San José con particularidad es durante el nacimiento de Jesús. En la Navidad, con sus acciones San José demuestra su determinación de cumplir la voluntad de Dios, a pesar de los obstáculos, problemas y cansancio generado.
Aunque la Biblia no recoge ningún testimonio de San José, queda claro que él siempre aceptó con alegría y justicia el rol heroico que se le encomendó: ser el padre que Dios necesitaba para su hijo. Desde el momento que conoce del embarazo de la Virgen María, José elige protegerla y no denunciarla. Luego, cuando recibe la visita de un ángel que le explica que el hijo de la Virgen es obra del Espíritu Santo, él toma el rol de un padre bondadoso y responsable ante la misión que Dios le otorgó.
El sacrificio de San José queda evidente durante el camino a Belén. En aquel trayecto, arduo y largo, él se hace cargo de la situación. Primero, toma las riendas del burro en el que viajan, sobre el cual María iba montada, mientras José caminaba a su lado. Luego, se asegura de que ella esté bien todo momento, sin pasar hambre ni frío. Aunque no tenían un lugar al que llegar, consiguió que la Virgen diera nacimiento a Jesús un pesebre humilde pero rodeado de amor.
El Papa Francisco nos ha pedido seguir el ejemplo de San José para escuchar a Jesús. Según sus palabras, aunque aparentemente la figura de San José esté en segundo plano, se trata de una persona “en cuya actitud está encerrada toda la sabiduría cristiana”.
“El ejemplo de este hombre justo y sabio nos impulsa a mirar hacia arriba e incluso más allá. Se trata de recuperar la sorprendente lógica de Dios que, lejos de pequeños o grandes cálculos, está hecha de apertura hacia nuevos horizontes, hacia Cristo y su Palabra”, indicó Francisco durante el rezo del Ángelus en el último domingo de Adviento de 2019.
El Papa Benedicto XVI también nos había hablado del rol de San José como el de un hombre nuevo que mira “con valor y confianza el futuro”, durante un rezo en la Plaza de San Pedro. Además, en aquella ocasión destacó el hecho de que José no emprendió un camino propio, sino que se fio del proyecto que Dios había elegido para él.
Vivamos la Navidad con alegría, preparándonos de la mejor manera para recibir a Jesús en nuestros corazones. Aprovechemos esta época para recordar el rol de San José y tomar su ejemplo, en cuanto a confiar en la misión que Dios ha elegido para nosotros, conscientes de que su sabiduría es inalcanzable.