La arquitecta Liliana Guerrero ha hecho de la labor social parte de su vida. Desde hace 16 años colabora en distintas iniciativas que ayudan a los más necesitados. En la actualidad, realiza actividades desde su trabajo en el Municipio de Samborondón, pero también en el ámbito privado. Desde hace algunos años, colabora con nuestra Iglesia en la entrega de productos y víveres para familias con escasos recursos de varios sectores de la ciudad.
¿Qué actividades de labor social se realizan desde el Municipio de Samborondón?
Desde el Municipio se realizan diversas ayudas sociales en diferentes ámbitos para todas las parroquias y recintos del cantón. Las direcciones municipales prestan especial atención a las personas con mayores necesidades, para lo cual se realizan campañas varias como brigadas de salud, entrega de víveres, eventos de esparcimiento para niños y/o adultos, entre otros.
De manera particular, ¿desde hace cuánto tiempo hace usted labor social y de qué ayudas o proyectos se siente más orgullosa?
Desde hace 16 años realizo ayuda social. Me siento orgullosa de pertenecer a una fundación que busca el bienestar de los más necesitados. También estoy orgullosa de cada una de las ayudas que he podido brindar. La satisfacción de ayudarles es indescriptible.
¿Cómo inició la relación de colaboración con la Iglesia San Josemaría? ¿En la actualidad en qué consiste esta alianza?
La Iglesia San Josemaría ha venido colaborando desde hace algún tiempo con estas causas. En la actualidad, nos ayuda con kits de alimentos y de salud, entre otros. El Padre Carlos Ayala, en cada ocasión que tiene disponibilidad de productos, se pone en contacto conmigo y hacemos una logística para su entrega, en especial al recinto Río Seco.
¿Qué la motiva a ayudar a los demás, especialmente a los más necesitados? ¿cuál es el aprendizaje más valioso que ha obtenido?
Me motiva el cariño de la gente, el abrazo afectuoso que recibo, donde siento ese calor humano con tanta sinceridad, que llena mi corazón. El mayor aprendizaje me lo ha dejado el agradecimiento de las personas que, con lo poco que se entrega, se muestran felices. Hacerles saber que no están solos, que siempre, por medio de las manos de alguien, Dios se hace presente con ellos.
Finalmente, ¿cómo puede una persona sumarse a las actividades sociales en las que usted participa?
Todo granito de arena suma cuando se trata de ayudar. Quien quiera ser parte de esto, puede contactarse conmigo directamente, a través de la fundación a la que pertenezco o a través del Municipio de Samborondón.
Contacto: arq.lilianaguerrero@gmail.com