La catedral de Guayaquil fue la sede de la Santa Misa en homenaje a Mons. Larrea, antiguo Arzobispo de la ciudad y primer miembro de la prelatura del Opus Dei en el Ecuador. La Santa Misa estuvo a cargo de su sucesor, Mons. Arregui, quien concelebró la ceremonia junto varios sacerdotes y en la que también participaron cuatro Seminaristas.
La homilía fue acerca de la figura de Mons. Larrea, sobre su capacidad de trabajo, su empeño constante y su aceptación a las limitaciones al final de su vida.
La ceremonia solemne fue Misa de difuntos. Participaron el postulado y el representante de la Curia. Ambos vicarios episcopales de Santa Elena y Daule, respectivamente.