Cada 23 de septiembre la Iglesia Católica celebra a San Pio de Pietrelcina (1887-1968), fue un sacerdote franciscano italiano, recordado por su caridad y piedad.
Es especialmente célebre por ser uno de los pocos estigmatizados de la Iglesia, habiendo recibido los estigmas de Cristo. El Papa Juan Pablo II estableció la fecha de su festividad litúrgica en su honor. San Pío es venerado por su profunda devoción y los milagros atribuidos a su intercesión, particularmente en beneficio de los enfermos y sufrientes.
Para conmemorar esta importante fecha, en la Iglesia San Josemaria tuvimos la veneración de su reliquia de primer grado, signo tangible de la cercanía de los santos, el pasado domingo 21 de septiembre al finalizar las misas de las 12:00 h y 18:00 h
La Iglesia nos enseña que las reliquias no son objetos mágicos, sino recordatorios de quienes vivieron unidos a Cristo y ahora interceden por nosotros desde el Cielo.
Al venerarlas, no adoramos la materia, sino que expresamos fe en la comunión de los santos y dejamos que su testimonio fortalezca nuestra vida.
