El 15 de agosto, la Iglesia conmemora la Asunción de María, un dogma establecido en 1950 por Pío XII.
Este dogma no solo resalta la santidad de María y su inquebrantable fidelidad a Dios, sino también su papel crucial en la historia de la salvación como Madre de Jesús. La Asunción es considerada la culminación de la gracia divina en María, un anticipo de la resurrección de los muertos y un signo de esperanza para todos los creyentes.
Es crucial diferenciar la Asunción de María de la Ascensión de Jesús, La Ascensión de Jesús se refiere a su subida al cielo por su propia potestad divina, demostrando su divinidad y su victoria sobre la muerte. En cambio, la Asunción de María es un privilegio concedido por Dios, un acto de gracia que la eximió de la corrupción del sepulcro, honrando su pureza inmaculada y su completa entrega a la voluntad divina.
Ambas festividades, aunque diferentes en su naturaleza, celebran el triunfo de la vida sobre la muerte y la glorificación de la persona en el Reino de los Cielos.
"En esta solemnidad de la Asunción contemplamos a María: ella nos abre a la esperanza, a un futuro lleno de alegría y nos enseña el camino para alcanzarlo: acoger en la fe a su Hijo; no perder nunca la amistad con él, sino dejarnos iluminar y guiar por su Palabra; seguirlo cada día, incluso en los momentos en que sentimos que nuestras cruces resultan pesadas. María, el arca de la alianza que está en el santuario del cielo, nos indica con claridad luminosa que estamos en camino hacia nuestra verdadera Casa, la comunión de alegría y de paz con Dios."
Homilía de Benedicto XVI (2010)
Sugerencias para vivir la fiesta
Tener una imagen de la Virgen María en el momento de la Asunción y poner junto de ésta un florero para repartir una flor con un letrero de una virtud propia de la Virgen para que cada uno medite en esta virtud y deposite la flor
Rezar el rosario en familia con mucha devoción.
Hoy, en la iglesia San Josemaria después de la misa de 18h00, invitamos a la Serenata a la Virgen. Un momento de música y oración para honrar a María.