Reflexión familiar del evangelio para niños
Después de participar en la Misa, dedica un momento en casa para hablar sobre el Evangelio. Puede ser en el carro, durante la comida o antes de dormir.
No se trata de dar una clase, sino de abrir el corazón en familia
Evangelio según San Lucas 14, 1. 7-14
Un sábado, Jesús fue a comer en casa de uno de los jefes de los fariseos, y éstos estaban espiándolo. Mirando cómo los convidados escogían los primeros lugares, les dijo esta parábola:
“Cuando te inviten a un banquete de bodas, no te sientes en el lugar principal, no sea que haya algún otro invitado más importante que tú, y el que los invitó a los dos venga a decirte: ‘Déjale el lugar a éste’, y tengas que ir a ocupar, lleno de vergüenza, el último asiento. Por el contrario, cuando te inviten, ocupa el último lugar, para que, cuando venga el que te invitó, te diga: ‘Amigo, acércate a la cabecera’. Entonces te verás honrado en presencia de todos los convidados. Porque el que se engrandece a sí mismo, será humillado; y el que se humilla, será engrandecido”.
Luego dijo al que lo había invitado: “Cuando des una comida o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a los vecinos ricos; porque puede ser que ellos te inviten a su vez, y con eso quedarías recompensado. Al contrario, cuando des un banquete, invita a los pobres, a los lisiados, a los cojos y a los ciegos; y así serás dichoso, porque ellos no tienen con qué pagarte; pero ya se te pagará, cuando resuciten los justos”.
Preguntas para conversar con tus hijos en casa
¿Qué quiso enseñar Jesús con la parábola de los lugares en el banquete?
Respuesta sugerida: Que no busquemos ser los primeros, sino servir con amor.
¿Por qué Jesús nos pide invitar a los pobres o a quienes no pueden pagar?
Respuesta sugerida: Porque así demostramos un amor desinteresado, como el de Dios.
¿Qué significa “el que se engrandece será humillado y el que se humilla será engrandecido”?
Respuesta sugerida: Que Dios levanta a los pequeños de corazón y no a los que presumen.
¿Cómo podemos vivir la humildad en casa, en la escuela o con los amigos?
Respuesta sugerida: Escuchando a los demás y compartiendo sin querer sobresalir, Aceptando con alegría cuando otros tienen el primer lugar.
¿A quién podríamos “invitar” en nuestra vida, no solo a la mesa, sino con un gesto de amor?
Respuesta sugerida: A quien se siente solo o necesita una sonrisa. A los que no esperan nada de nosotros, pero necesitan cariño.
Oración corta para terminar juntos
Pueden repetir juntos:
Jesús, enséñanos a ser humildes y a dar sin esperar nada a cambio. Ayúdanos a reconocer tu presencia en los más pobres y necesitados. Queremos compartir contigo en el banquete de tu Reino.
Amén.
Evangelio según San Lucas 13, 22-30
En aquel tiempo, Jesús iba enseñando por ciudades y pueblos, mientras se encaminaba a Jerusalén. Alguien le preguntó: "Señor, ¿es verdad que son pocos los que se salvan?"
Jesús le respondió: "Esfuércense en entrar por la puerta, que es angosta, pues yo les aseguro que muchos tratarán de entrar y no podrán. Cuando el dueño de la casa se levante de la mesa y cierre la puerta, ustedes se quedarán afuera y se pondrán a tocar la puerta, diciendo: '¡Señor, ábrenos!' Pero él les responderá: 'No sé quiénes son ustedes'.
Entonces le dirán con insistencia: 'Hemos comido y bebido contigo y tú has enseñado en nuestras plazas'. Pero él replicará: 'Yo les aseguro que no sé quiénes son ustedes. Apártense de mí todos ustedes los que hacen el mal'. Entonces llorarán ustedes y se desesperarán, cuando vean a Abraham, a Isaac, a Jacob y a todos los profetas en el Reino de Dios, y ustedes se vean echados fuera.
Vendrán muchos del oriente y del poniente, del norte y del sur, y participarán en el banquete del Reino de Dios. Pues los que ahora son los últimos, serán los primeros; y los que ahora son los primeros, serán los últimos''.
Preguntas para conversar con tus hijos en casa
¿Qué significa que la puerta es “angosta”?
Respuesta sugerida: Que seguir a Jesús no siempre es fácil; requiere esfuerzo, amor, paciencia y hacer el bien cada día.
¿Por qué no basta con haber escuchado a Jesús de lejos?
Respuesta sugerida: Porque no es suficiente saber quién es Jesús; lo importante es ser su amigo y tratar de parecernos a Él en lo que hacemos.
¿Qué quiso decir Jesús con que los últimos serán los primeros?
Respuesta sugerida: Que los que no buscan ser los más importantes, sino que ayudan y comparten, son los que Dios pone en los primeros lugares de su corazón.
¿Cómo podemos esforzarnos para entrar por la puerta angosta en nuestra vida diaria?
Respuesta: Portándonos bien aunque cueste, obedeciendo aunque no tengamos ganas, compartiendo con alegría y pidiéndole ayuda a Jesús con una oración.
¿Qué significa para ti ser invitado al banquete del Reino de Dios?
Respuesta sugerida: Que Dios me prepara una gran fiesta de amor, donde todos cabemos, y me invita a estar con Él para siempre feliz.
Oración corta para terminar juntos
Pueden repetir juntos:
Jesús, gracias por invitarnos a tu gran fiesta de amor. Queremos ser tus amigos y estar siempre cerca de ti.
Amén.
Evangelio según San Lucas 12, 13-21
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "He venido a traer fuego a la tierra, ¡y cuánto desearía que ya estuviera ardiendo! Tengo que recibir un bautismo, ¡y cómo me angustio mientras llega!
¿Piensan acaso que he venido a traer paz a la tierra? De ningún modo. No he venido a traer la paz, sino la división. De aquí en adelante, de cinco que haya en una familia, estarán divididos tres contra dos y dos contra tres. Estará dividido el padre contra el hijo, el hijo contra el padre, la madre contra la hija y la hija contra la madre, la suegra contra la nuera y la nuera contra la suegra''.
Preguntas para conversar con tus hijos en casa
¿Qué significa que Jesús vino a traer fuego a la tierra?
Respuesta sugerida: El fuego representa su amor y el Espíritu Santo, que quiere encender nuestros corazones para vivir con fe y pasión.
¿Por qué Jesús dijo que no vino a traer paz, sino división?
Respuesta sugerida: Porque seguir a Jesús a veces implica tomar decisiones que no todos aceptan, y eso puede causar diferencias incluso entre personas cercanas.
¿Qué quiere Jesús que hagamos cuando nos cueste seguirlo?
Respuesta sugerida: Que seamos firmes en la fe, que lo pongamos primero en nuestra vida y que no tengamos miedo de vivir según el Evangelio.
¿Qué podemos hacer para mantener el “fuego” de Jesús en nuestro corazón?
Respuesta sugerida: Orar, leer la Palabra de Dios, ayudar a los demás, participar en la misa y hablar de Jesús con alegría.
¿Cómo podemos ser valientes en nuestra fe en la vida diaria?
Respuesta sugerida: Haciendo lo correcto aunque otros no lo hagan, defendiendo lo que es bueno y tratando siempre de amar como Jesús.
Oración corta para terminar juntos
Pueden repetir juntos:
Jesús, enciende en nuestro corazón el fuego de tu amor. Ayúdanos a ser valientes para seguirte siempre, aunque sea difícil. Que nunca se apague en nosotros el deseo de vivir como tú nos enseñas.
Amén.
Evangelio según San Lucas 12, 13-21
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “No temas, rebañito mío, porque tu Padre ha tenido a bien darte el Reino. Vendan sus bienes y den limosnas. Consíganse unas bolsas que no se destruyan y acumulen en el cielo un tesoro que no se acaba, allá donde no llega el ladrón, ni carcome la polilla. Porque donde está su tesoro, ahí estará su corazón.
Estén listos, con la túnica puesta y las lámparas encendidas. Sean semejantes a los criados que están esperando a que su señor regrese de la boda, para abrirle en cuanto llegue y toque. Dichosos aquellos a quienes su señor, al llegar, encuentre en vela. Yo les aseguro que se recogerá la túnica, los hará sentar a la mesa y él mismo les servirá. Y si llega a medianoche o a la madrugada y los encuentra en vela, dichosos ellos.
Fíjense en esto: Si un padre de familia supiera a qué hora va a venir el ladrón, estaría vigilando y no dejaría que se le metiera por un boquete en su casa. Pues también ustedes estén preparados, porque a la hora en que menos lo piensen vendrá el Hijo del hombre”.
Entonces Pedro le preguntó a Jesús: “¿Dices esta parábola sólo por nosotros o por todos?” El Señor le respondió: “Supongan que un administrador, puesto por su amo al frente de la servidumbre, con el encargo de repartirles a su tiempo los alimentos, se porta con fidelidad y prudencia. Dichoso este siervo, si el amo, a su llegada, lo encuentra cumpliendo con su deber. Yo les aseguro que lo pondrá al frente de todo lo que tiene. Pero si este siervo piensa: ‘Mi amo tardará en llegar’ y empieza a maltratar a los criados y a las criadas, a comer, a beber y a embriagarse, el día menos pensado y a la hora más inesperada, llegará su amo y lo castigará severamente y le hará correr la misma suerte que a los hombres desleales.
El servidor que, conociendo la voluntad de su amo, no haya preparado ni hecho lo que debía, recibirá muchos azotes; pero el que, sin conocerla, haya hecho algo digno de castigo, recibirá pocos.
Al que mucho se le da, se le exigirá mucho, y al que mucho se le confía, se le exigirá mucho más”.
Preguntas para conversar con tus hijos en casa
¿Qué pidió el hombre a Jesús?
Respuesta sugerida: Que le ayudara a recibir una parte de la herencia de su hermano.
¿Qué quiso enseñar Jesús con la parábola del hombre rico?
Respuesta sugerida: Que no debemos preocuparnos solo por tener muchas cosas, sino por lo que vale ante Dios.
¿Qué significa ser rico para Dios?
Respuesta sugerida: Hacer el bien, compartir, amar a los demás, ser generosos y vivir con fe.
¿Qué cosas podemos acumular en nuestro corazón que sí valen ante Dios?
Respuesta sugerida: El amor, el perdón, la fe, la generosidad, la amistad, y las buenas obras.
¿Qué puedes compartir tú con los demás esta semana?
Respuesta sugerida: Mi tiempo, una sonrisa, un juguete, mi ayuda, o una palabra de cariño.
Oración corta para terminar juntos
Pueden repetir juntos:
Señor Jesús, enséñanos a no vivir pensando solo en lo material. Queremos ser ricos en amor, en generosidad y en todo lo que te agrada. Ayúdanos a compartir con alegría y a confiar en ti.
Amén.
Evangelio según San Lucas 12, 13-21
Mientras Jesús hablaba a la gente, un hombre le pidió: “Maestro, dile a mi hermano que comparta la herencia conmigo”. Jesús le respondió: “¿Quién me ha puesto como juez en esos asuntos?”
Luego dijo a todos: “Eviten toda clase de avaricia. La vida no depende de tener muchas cosas”.
Entonces contó una parábola:
Un hombre rico tuvo una gran cosecha. Pensó: “¿Qué haré con todo esto? Construiré graneros más grandes, guardaré todo y disfrutaré de la vida”. Pero Dios le dijo: “¡Insensato! Esta misma noche morirás. ¿Para quién será todo lo que acumulaste?”
Y Jesús concluyó: “Así pasa con los que solo piensan en acumular para sí y no se hacen ricos ante Dios”.
Preguntas para conversar con tus hijos en casa
¿Qué pidió el hombre a Jesús?
Respuesta sugerida: Que le ayudara a recibir una parte de la herencia de su hermano.
¿Qué quiso enseñar Jesús con la parábola del hombre rico?
Respuesta sugerida: Que no debemos preocuparnos solo por tener muchas cosas, sino por lo que vale ante Dios.
¿Qué significa ser rico para Dios?
Respuesta sugerida: Hacer el bien, compartir, amar a los demás, ser generosos y vivir con fe.
¿Qué cosas podemos acumular en nuestro corazón que sí valen ante Dios?
Respuesta sugerida: El amor, el perdón, la fe, la generosidad, la amistad, y las buenas obras.
¿Qué puedes compartir tú con los demás esta semana?
Respuesta sugerida: Mi tiempo, una sonrisa, un juguete, mi ayuda, o una palabra de cariño.
Oración corta para terminar juntos
Pueden repetir juntos:
Señor Jesús, enséñanos a no vivir pensando solo en lo material. Queremos ser ricos en amor, en generosidad y en todo lo que te agrada. Ayúdanos a compartir con alegría y a confiar en ti.
Amén.
Evangelio según San Lucas 11, 1-13
Un día, Jesús estaba orando y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: "Señor, enséñanos a orar, como Juan enseñó a sus discípulos". Entonces Jesús les dijo: "Cuando oren, digan:
Padre, santificado sea tu nombre,
venga tu Reino,
danos hoy nuestro pan de cada día
y perdona nuestras ofensas,
puesto que también nosotros perdonamos
a todo aquel que nos ofende,
y no nos dejes caer en tentación.
También les dijo: "Supongan que alguno de ustedes tiene un amigo que viene a medianoche a decirle: 'Préstame, por favor, tres panes, pues un amigo mío ha venido de viaje y no tengo nada que ofrecerle'. Pero él le responde desde dentro: 'No me molestes. No puedo levantarme a dártelos, porque la puerta ya está cerrada y mis hijos y yo estamos acostados'. Si el otro sigue tocando, yo les aseguro que, aunque no se levante a dárselos por ser su amigo, sin embargo, por su molesta insistencia, sí se levantará y le dará cuanto necesite.
Así también les digo a ustedes: Pidan y se les dará, busquen y encontrarán, toquen y se les abrirá. Porque quien pide, recibe; quien busca, encuentra, y al que toca, se le abre. ¿Habrá entre ustedes algún padre que, cuando su hijo le pida pan, le dé una piedra? ¿O cuando le pida pescado, le dé una víbora? ¿O cuando le pida huevo, le dé un alacrán? Pues, si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¿cuánto más el Padre celestial dará el Espíritu Santo a quienes se lo pidan?''
Preguntas para conversar con tus hijos en casa
¿Qué le pidieron los discípulos a Jesús?
Respuesta sugerida: Le pidieron que les enseñara a orar.
¿Qué oración les enseñó Jesús?
Respuesta sugerida: El Padrenuestro, que es una oración muy especial para hablar con Dios como nuestro Papá.
¿Qué nos enseña Jesús sobre pedir cosas en la oración?
Respuesta sugerida: Que no tengamos miedo de pedir, porque Dios siempre escucha y da lo mejor a sus hijos.
¿Qué significa pedir con confianza a Dios?
Respuesta sugerida: Confiar en que Él nos escucha y que sabe lo que es mejor para nosotros, aunque a veces no sea lo que esperamos..
¿Qué te gusta decirle a Dios cuando oras?
Respuesta sugerida: Gracias, perdón, te quiero, o ayúdame con algo que me preocupa.
Oración corta para terminar juntos
Pueden repetir juntos:
Padre Dios, gracias por enseñarnos a orar. Queremos hablar contigo con confianza, como lo hacía Jesús. Enséñanos a pedir con fe, a perdonar y a confiar siempre en tu amor.
Amén.
Evangelio según San Lucas 10, 38-42
En aquel tiempo, Jesús entró en un pueblo, y una mujer llamada Marta lo recibió en su casa. Ella tenía una hermana llamada María, que se sentó a los pies de Jesús para escuchar su palabra.
Mientras tanto, Marta se preocupaba por todos los quehaceres de la casa. Entonces fue a decirle a Jesús: “Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado sola con todo el trabajo? Dile que me ayude”. Pero Jesús le respondió: “Marta, Marta, estás inquieta y preocupada por muchas cosas, cuando en realidad una sola cosa es necesaria. María ha escogido la mejor parte, y nadie se la quitará”.
Preguntas para conversar con tus hijos en casa
¿Qué estaba haciendo María cuando Jesús llegó a su casa?
Respuesta sugerida: Se sentó cerca de Jesús para escucharlo con atención y estar con Él.
¿Y qué estaba haciendo Marta?
Respuesta sugerida: Estaba muy ocupada preparando cosas y preocupada por atender bien a Jesús.
¿Por qué Jesús le dijo a Marta que María había escogido la mejor parte?
Respuesta sugerida: Porque lo más importante no es hacer muchas cosas, sino estar con Jesús, escucharlo y darle tiempo.
¿Qué cosas nos pueden distraer de estar con Jesús hoy en día?
Respuesta sugerida: La televisión, el celular, los juegos, las salidas con los amigos, la prisa y preocupaciones del día a día. .
¿Cómo podemos ser más como María en nuestra vida diaria?
Respuesta sugerida: Dedicando un momento del día para hablar con Jesús, leer el Evangelio, estar en silencio o ir a misa con atención y amor.
Oración corta para terminar juntos
Pueden repetir juntos:
Jesús, gracias por venir a visitarnos también a nosotros. Ayúdanos a darte un lugar en nuestro día, a escucharte con el corazón como María, y a no vivir tan apurados. Queremos escoger siempre la mejor parte: estar contigo.
Amén.
Evangelio según San Lucas 10, 25-37
Un doctor de la ley se acercó a Jesús para ponerlo a prueba y le preguntó: “Maestro, ¿qué debo hacer para conseguir la vida eterna?” Jesús le respondió: “¿Qué dice la ley?” Él contestó: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y a tu prójimo como a ti mismo”. Jesús le dijo: “Bien respondido. Haz eso y vivirás”.
Pero el hombre quiso justificarse y preguntó: “¿Y quién es mi prójimo?” Entonces Jesús le contó esta historia:
Un hombre bajaba de Jerusalén a Jericó, y unos ladrones lo atacaron, lo golpearon y lo dejaron medio muerto. Pasaron por ahí un sacerdote y luego un levita, pero ninguno se detuvo a ayudarlo. Después pasó un samaritano, que al verlo se llenó de compasión, curó sus heridas, lo subió a su cabalgadura y lo llevó a un mesón. Pagó para que lo cuidaran y prometió regresar para terminar de ayudarlo.
Jesús preguntó: “¿Quién fue el prójimo del hombre herido?” El doctor respondió: “El que tuvo compasión de él”. Jesús le dijo: “Anda y haz tú lo mismo”.
Preguntas para conversar con tus hijos en casa
¿Qué significa amar a Dios con todo el corazón y al prójimo como a uno mismo?Respuesta sugerida: Significa poner a Dios en el centro de nuestra vida y tratar a los demás con el mismo amor y respeto con el que queremos ser tratados.
¿Por qué crees que el sacerdote y el levita no ayudaron al hombre herido?
Respuesta sugerida: Tal vez tenían miedo o estaban muy ocupados. A veces, nosotros también ponemos excusas para no ayudar.
¿Qué hizo el samaritano que fue tan especial?
Respuesta sugerida: Tuvo compasión, se detuvo, curó las heridas del hombre, lo cuidó y se preocupó por él, aunque no lo conocía.
¿Quiénes son nuestros “prójimos” hoy?
Respuesta sugerida: Todas las personas, especialmente quienes sufren, quienes están solos, quienes necesitan ayuda, aunque sean diferentes a nosotros.
¿Cómo podemos ser buenos samaritanos en nuestra vida diaria?
Respuesta sugerida: Ayudando a un amigo, escuchando con cariño, compartiendo lo que tenemos, perdonando, y haciendo obras buenas sin esperar nada a cambio.
Oración corta para terminar juntos
Pueden repetir juntos:
“Jesús, gracias por enseñarnos a amar de verdad. Ayúdanos a tener un corazón como el del buen samaritano: atento, generoso y lleno de compasión. Queremos ayudarte sirviendo a los demás”.
Amén.